25 Me acuerdo: Segunda parte

1.   Me acuerdo que cuando mi hermana cumplió quince años yo no quise ser chambelán. Estuve en la fiesta de portero y sacando borrachos. Fue, al principio, tedioso, luego se volvió emocionante.

2.   Me acuerdo que una vez enterré una caja de madera, como un cofre del tesoro, con dinero, un mensaje de que yo era el propietario. Hice un mapa y varias veces lo desenterré para probar que el mapa servía. Un día por más que escarbé no encontré nada.

3.   Me acuerdo que de niño varias veces me rasuré aunque, obvio, no tenía barba.

4.   Me acuerdo que íbamos a la matiné al cine Las Américas y mi mamá se llevaba una bolsa de mandado con una bolsota de palomitas y tortas y refrescos.

5.   Me acuerdo que cuando cerraron ese cine la marquesina se quedó con el título de la última película que proyectaron. Era una con Vicente Fernández.

6.   Me acuerdo que el primer poema que leí en mi vida fue uno de Federico García Lorca. El último fue uno de Dolores Castro hace menos de una hora.

7.   Me acuerdo que odiaba ir por las tortillas.

8.  Me acuerdo que me gustaba ir a la casa de mis bisabuelos porque tenían huerto de granadas y porque se me hacía un misterio ver a mi tía Concha, a mi papá Midio y a mi mamá Chonita “coser casco”; esos recipientes de madera que llenaban de cajeta.

9.   Me acuerdo que oían, mientras cosían el casco bajo la sombra de los granados, las radionovelas, sobre todo Porfírio Cadena.

10.  Me acuerdo que una vez corté por encima de los tobillos, con pedazo de segueta, un soldado de plástico que mi           tío Chucho, tenía atornillado a su bicicleta. Fui descubierto, pero el soldado estaba fregón.

11.  Me acuerdo que cuando estaba en la primaria había un cuate que se apellidaba Barajas. Me daba risa su apellido. Barajas de borracho, le decíamos, y no le gustaba nadita. Cosas de niños.

12.   Me acuerdo que muchos años más tarde, pero muchos, su hermana se casó con mi primo el Caclos.

13.   Me acuerdo que Barajas en retribución a su apodo, me cantaba “La luna sigue girando girando, nadie la puede parar”. Yo me sentía mareado.

14.   Me acuerdo que casi nunca me subí a los juegos de las ferias. Pero el domingo pasado lo hice y estuvo, la rueda de la fortuna, casi infernal.

15.   Me acuerdo que fui varias veces de campamento con compañeros de la prepa. Yo y D. éramos los guías. Una vez nos metimos al bosque para recortar camino. Caminamos quizá cinco o seis horas y de manera increíble regresamos exactamente al mismo punto por donde habíamos empezado. Aseguro que para nada caminamos en círculos, pero así fue.

16.  Me acuerdo que la primera vez que fui a la Ciudad de México yo solo y mi alma, tenía la tierna edad de 14 años. Quería conocer aquel rancho. Todo sin novedad.

17.   Me acuerdo que viajaba en tren de pasajeros y me escondía para no pagar.

18.   Me acuerdo que viajaba en trenes cargueros y ahí no tenía que esconderme para pagar. Ahí no más hay que agarrarse fuerte.

19.   Me acuerdo que nunca tuve tanto frío en mi vida como la vez que viajábamos mis papás y yo en tren desde Ciudad Juárez hasta la mera capital de la cajeta. Atravesámos algún desierto y entendí la expresión de “el frío quema”.

20.  Me acuerdo que de niño un amigo me decía, “fuimos a Penjamo el domingo”, y yo pensaba o le decía, no recuerdo bien: No mames, eso está en casa de la chingada.  Y todavía lo sigo pensando.

        21. Me acuerdo que de niño en  Navidad siempre nos ponían una película o varias después de cenar mientras un par de tíos se peleaban con sus respectivas esposas y los demás tíos y mis papás hacían como que no les importaba o minimizaban las alegatas. En esas peleas ninguno se movía de su lugar para no perder detalle. Todos mis tíos y   demás testigos de esas como ceremonias de purificación o rendición de cuentas, siguen, como dicen por ahí, felizmente casados.

         21.   Me acuerdo que la primera vez que eyaculé me dije: yo nací para esto.

22.   Me acuerdo que el jueves voy a ir a ver a Manú Chao.

23.   Me acuerdo que cuando tenía no más de tres años, me perdí en el tianguis. Mi mamá lloraba desconsolada (¿quién dice que no me quiere?). Me encontraron unos polis. Yo no lloraba. Sabía que andaba perdido pero lo más importante es que yo andaba solo con mi reloj de mickey mouse. Cuando algún desconocido me preguntaba si estaba perdido yo tapaba con mi mano mi reloj. No fuera que me lo quisieran robar.

24.   Me acuerdo que a esa edad no sabía leer la hora pero me gustaba ver los bracitos de mickey mouse girar sobre las horas. Me imaginaba que Mickey se torcía los brazos así que de vez en cuando checaba su cara, buscando un rictus de dolor. Pero no. Nada. Muy elástico ese Mickey.

25. Me acuerdo que Mickey Mouse nunca me cayó bien. Se me hace medio puñal.