Como si algo tocara mi bruma. Dejo un poco lo que hago, hacía, para marcar algo, una cosa, la huella de mis dientes en el pedacito de jabón, en la materia blanda. Patitas de gaviotas en la arena temporal. Dejo un molde. Dejo los días ahora mismo para embocarme a decir otro calor, otro ambiente. Encuentro que si no leo no encuentro ni el dispasón ni el cauce. Entonces me detengo poquito, no mucho, no creas que uno sabe todo, es un casi rascarse el codo con la misma mano, nomás que en sueños. Ojalá alguien, me digo, ojalá alguien me ayude a llegar al codo, pero sin fracturarme. Leo entonces, escribo en el tan ya ni modo. Me olvido para recomenzar, como siempre que me pasa cuando estoy mirando de nuevo lo de todos los días de nuevos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario