Al parecer la vida me está dando unas lecciones que no pedí. Quizá por eso no me gustan las sorpresas. Hoy me moví de una manera que parecía un pez. Ayer quizá era un fósil. El lunes era un reptil. Por las noches era un tiburón o un delfín. Los ojos abiertos. La vida sigue y gira. Me siento entumido y espero que pronto la sensación pase. Debe pasar. Me lo dice, por ejemplo, esto que escribo, o las varias veces que me reí en el día. Un día muy cansado, de madera y sol. Como espero sean los días que vienen.
Siento el aire del ventilador ahora que estoy a punto de dormir. Giros de aire entre mis pensamientos que traen su ojalá me arrullan.
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